Las islas mexicanas brindan gran variedad de recursos biológicos, económicos y científicos a nuestro país, por lo cual son un patrimonio invaluable para todos. Las islas contribuyen al mantenimiento de las funciones de los ecosistemas: proveen defensa contra desastres naturales, son parte del ciclo de nutrientes y formación de suelos, ayudan en la regulación del clima, además de proporcionar valores recreativos, estéticos, espirituales y educativos. Por estas razones su estudio y conservación es de trascendente importancia.
El territorio insular mexicano abarca un área total de 5,127 km2 distribuidos en más de 4,000 islas, islotes, arrecife, cayos y rocas (INEGI 2014) alrededor del país, representando un 0.3% del territorio nacional. En contraste a tan reducida superficie, las islas mexicanas poseen una extraordinaria riqueza biológica, albergando 14 veces más especies endémicas que el territorio continental. Solamente en las 600 islas del noroeste de México podemos encontrar 331 especies únicas en el mundo.
Además de la biodiversidad insular, las islas mexicanas y sus aguas adyacentes brindan abundantes servicios ecosistémicos al país, de los cuales dependen aproximadamente 618,930 personas (INEGI 2005). México posee una Zona Económica Exclusiva (ZEE) alrededor de nuestras islas y frente a las costas mexicanas de 3.18 millones de km2, 1.6 veces más grande que el propio territorio continental (1.96 millones de km2) gracias a las islas más lejanas de nuestras costas. Algunas de las comunidades insulares viven directamente del mar a través de la pesca artesanal de productos altamente valorados en mercados internacionales. Estas comunidades gozan de derechos exclusivos sobre las aguas insulares que les permiten aprovechar su riqueza de manera sustentable.
La principal amenaza a la biodiversidad insular es la presencia de especies exóticas invasoras. En los últimos 400 años, cerca del 50% de las extinciones documentadas del planeta han ocurrido en islas (Convenio sobre Diversidad Biológica); de éstas, 67% han sido causadas por las especies introducidas (Diamond, 1989). A nivel global, las extinciones de especies insulares son 40 veces más probables que las de especies continentales; esto debido a que en su historia evolutiva las especies nativas no desarrollaron mecanismos de defensa ante depredadores, convirtiéndolas en blanco fácil para cualquier animal ajeno a la isla
En México, 17 especies de aves y mamíferos endémicos insulares están extintos debido a mamíferos introducidos. Esto es el equivalente al 71% de las extinciones de vertebrados en todo el país. Las principales especies invasoras que han provocado las extinciones insulares del país, son gatos, ratas, cabras y borregos ferales.
Nombre científico |
Nombre común |
Isla |
Añoa |
EEI |
Aves |
||||
Oceanodroma macrodactyla |
Petrel de Guadalupe |
Guadalupe |
1912 |
Gato (P) |
Colaptes auratus rufipileus |
Carpintero de Guadalupe |
1906 |
||
Thryomanes bewickii brevicauda |
Saltapared de Guadalupe |
1892 |
||
Regulus calendula obscurus |
Reyezuelo sencillo de Guadalupe |
1953 |
||
Pipilo maculatus consobrinus |
Toquí pinto de Guadalupe |
1897 |
||
Aimophila ruficeps sanctorum |
Zacatonero |
Todos Santos |
1927 |
Gato (E) |
Zenaida graysonib |
Paloma de Socorro |
Socorro Archipiélago Revillagigedo |
1972 |
Gato (P) Borrego (E) |
Micrathene whitneyi graysoni |
Tecolote enano de Socorro |
1932 |
||
Mamíferos |
||||
Chaetodipus baileyi fornicatus |
Ratón de abazones |
Montserrat |
1957 |
Gato (E) |
Neotoma anthonyi |
Rata cambalachera de Todos Santos |
Todos Santos |
1950s |
Gato (E) |
Neotoma bunkeri |
Rata de campo de Coronados |
Coronados |
1980s |
Gato (E) |
Neotoma martinensis |
Rata cambalachera de San Martín |
San Martín |
1925 |
Gato (E) |
Oryzomys nelsoni |
Rata arrocera de Tres Marías |
María Madre |
1898 |
Gato (P) |
Peromyscus guardia harbisoni |
Ratón de Ángel de la Guarda |
Granito |
1973 |
Rata negra (P) |
Peromyscus guardia mejiae |
Ratón de Mejía |
Mejía |
1973 |
Gato (E) |
Peromyscus maniculatus cineritius |
Ratón de San Roque |
San Roque |
1960s |
Gato (E) |
EEI= especie exótica invasora; (P)= presente; (E)= erradicada; (a)= año en que se registró por última vez; (b)= extinta en la naturaleza pero se reproduce en cautiverio en zoológicos.
Para evaluar más a fondo el impacto que tienen las especies invasoras en las especies nativas, es necesario conocer la ecología de las poblaciones insulares clave u objetivo. GECI realiza estudios de prospección y línea base, cuyo fin es estimar parámetros poblacionales como densidad, abundancia relativa, distribución y estado reproductivo, tanto de las especies nativas clave como de las invasoras. Además, el equipo hace estudios sobre depredación y competencia por hábitat; estudios sobre el ámbito hogareño de las especies clave; monitoreos de las condiciones climáticas locales; delimitación de áreas de reproducción; y una serie de análisis de aquellos aspectos relevantes sobre la ecología de las islas.
Para lograr la conservación de las islas mexicanas, GECI tiene como una de sus principales prioridades la restauración de aquellas islas que han visto afectada su biodiversidad. Entre las capacidades del grupo sobresale la experiencia práctica en erradicación de especies invasoras . Al mismo tiempo, se realizan monitoreos regulares para verificar el éxito de las erradicaciones concluidas y estudiar la recuperación de las especies nativas. Asimismo, la restauración activa y el monitoreo de aves marinas que anidan y se reproducen en las islas de México, refuerzan los diversos proyectos de recuperación de los ecosistemas insulares. Como resultado de las erradicaciones, se esperan respuestas positivas, como incrementos poblacionales o distribucionales, especialmente en las poblaciones de aves, tanto marinas como migratorias, y también (dependiendo de la isla de la que se trate) de poblaciones de otras especies como tortugas marinas, reptiles o invertebrados terrestres nativos, así como de la vegetación nativa. De esta forma, los procesos ecosistémicos y las poblaciones silvestres de las islas recuperan sus condiciones naturales de equilibrio ecológico.
Los resultados de las acciones para la conservación de la biodiversidad en islas han sido evidentes: a la fecha, la superficie restaurada representa un área mayor a las 51,000 ha, logrando proteger un elevado número de especies endémicas insulares, aproximadamente 23 de mamíferos, 35 de reptiles, 45 de aves y 75 de plantas; además de 233 poblaciones de aves marinas anidantes (Aguirre-Muñoz et al. 2016).