Las aves marinas, entre ellas los charranes, cormoranes, pelícanos, alcuelas, mérgulos y pardelas, dependen totalmente
de las islas para sobrevivir. En ellas encuentran refugio, descansan, se alimentan y anidan. Cuando las islas
son invadidas por especies exóticas, colonias enteras de aves marinas se encuentran en riesgo, muchas veces al
grado de que las aves prefieren abandonar esa isla por completo, fenómeno que se conoce como extirpación. Por fortuna,
las aves marinas son muy gregarias, se sienten más seguras anidando en grupos, lo que nos permite restablecer colonias
de anidación por medio de técnicas de atracción social.
Las técnicas de atracción social consisten en colocar colonias falsas de anidación, utilizando señuelos de las aves
y bocinas con sus cantos, en lugares seguros para ellas, animándolas a inspeccionar la zona y anidar en un lugar nuevo.
La atracción social puede ser visual o acústica. La atracción visual se utiliza para aves diurnas, donde se busca dar la
impresión de que el sitio está activo y es seguro para anidar; se utilizan señuelos de adultos, nidos, huevos y pollos.
La atracción acústica es particularmente importante para las especies nocturnas; se instalan sistemas de sonido alimentados
por paneles solares que emiten cantos y llamados para atraer a las aves. Así, las aves que vuelan en las cercanías, escuchan
los cantos y se ven atraídas por el lugar, al ver que ya está lleno de aves (señuelos) se sienten seguras de anidar entre ellas.
Debido a que las aves marinas son longevas y filopátricas, es decir, que regresan a anidar al lugar donde nacieron, es muy probable
que una vez que las parejas pioneras se establecen junto con estas colonias tanto ellas como sus polluelos regresen año con año.
Estas técnicas fueron utilizadas por primera vez en islas de Maine, EUA, para restablecer colonias de los carismáticos frailecillos
(Fratercula arctica), un proyecto muy exitoso que es conocido como Project Puffin, donde se han entrenado algunos miembros de
nuestro equipo.
En latinoamérica, Conservación de Islas, es pionero en utilizar estas técnicas de
atracción social de forma sistemática. El proyecto comenzó en 2008, en las islas Asunción y
San Roque, donde se colocaron señuelos de gaviota ploma (Larus heermanni) y charrán elegante
(Thalasseus elegans). Estas especies habían sido extirpadas por la presencia de rata negra en San Roque y
gato feral en ambas islas. Tras la erradicación de estas especies exóticas invasoras se decidió utilizar la
técnica de atracción social para ayudar a las especies nativas a restablecerse. A partir del 2009 se registraron
nuevos nidos de gaviota ploma en las islas y desde entonces, año con año se encuentran cientos de nidos de esta
especie. En 2016, el equipo especializado en aves marinas, que pasa aproximadamente 5 meses siguiendo la temporada
reproductiva de aves marinas en las islas del Pacífico de Baja California, instaló un total de 1313 señuelos de las
3 especies de cormorán (orejudo, pelágico y de Brandt) en las islas Coronado y Todos Santos, 240 cajas-nido para alcuela
distribuidas en 7 islas, 30 cajas-nido para pardela en isla Natividad y 32 sistemas de sonido (paneles solares, reproductores
mp3 y bocinas).
México es un sitio de importancia crítica para la conservación de las aves marinas. De hecho, una de cada tres especies de aves marinas (115 especies de un total de 346) están presentes en México, en particular en sus islas, lo que ubica a nuestro país como el tercero más diverso para este frágil grupo, y segundo lugar en el número de aves endémicas.
El Programa Nacional de Conservación de Aves Marinas incluye el monitoreo de las poblaciones y acciones de restauración activa, luego de la erradicación de las especies exóticas invasoras que las extirparon. El proyecto atiende 25 islas prioritarias en todos los mares del país, a favor de 31 especies de aves marinas.
Además de las técnicas de atracción social, otras acciones de restauración activa que se llevan a cabo son la remoción de vegetación exótica para brindar mejor sitio de anidación y el marcaje de caminos y construcción de andadores para evitar que las personas caminen en las zonas de anidación. El monitoreo y la investigación que realizan los biólogos incluye el censo de aves adultas y nidos, la búsqueda de nidos, el seguimiento del crecimiento de polluelos, el monitoreo de productividad, el análisis de éxito reproductivo, la cartografía de las colonias de anidación, estudios de alimentación, la colocación de dispositivos de rastreo (GPS y GLS), el anillamiento, la toma de medidas morfométricas básicas y muestras biológicas y el monitoreo de mamíferos invasores.