La introducción de especies exóticas invasoras a las islas mexicanas ha ido de la mano con la historia de la exploración del territorio por el humano. Previo al siglo XX, las introducciones de especies exóticas estuvieron relacionadas al aprovechamiento de los recursos naturales en las islas, tales como mamíferos marinos y guano. Posteriormente, las causas de introducciones a las islas se diversificaron. Actualmente se busca detener las introducciones por completo.
La bioseguridad insular se refiere a las políticas y medidas que se toman para la protección de la biodiversidad y ecosistemas insulares de las especies exóticas invasoras. Ésta tiene tres objetivos principales:
1) mantener a las islas libres de especies exóticas invasoras que ya han sido erradicadas;
2) mantener a las islas libres de nuevas especies exóticas invasoras;
3) prevenir la dispersión de especies exóticas invasoras entre islas.
Los principales componentes de la bioseguridad son la prevención, la detección temprana y la respuesta rápida a incursiones. Una “incursión” se refiere al supuesto de que una especie ha llegado a una isla, pero donde no hay una población establecida, mientras que cuando una especie logra establecerse en el ecosistema se habla de una “invasión”. Por esa razón, atender nuevas incursiones es de vital importancia, ya que es un periodo crítico para erradicar a la especie exótica, haciéndolo el método de conservación más eficiente en comparación con campañas de erradicación que se deben realizar una vez que la especie se ha establecido.
La prevención incluye la identificación de las vías de introducción potenciales por medio de las cuales, las especies exóticas invasoras podrían llegar a una isla, la evaluación del riesgo de introducción y el establecimiento de procedimientos para minimizar dicho riesgo. La prevención, generalmente se realiza en continente, en los puntos de embarque de bienes y personas como los muelles, embarcaderos y aeropuertos.
La detección temprana se refiere al monitoreo - mediante dispositivos de campo - para determinar si una incursión ha ocurrido. Esta acción, por lo tanto, se realiza en la isla, especialmente en los distintos puntos de entrada y hábitats clave. La detección debe ser una acción continua y de largo plazo.
Finalmente, si a través de la detección se confirma una incursión, se deberán tomar las medidas necesarias para responder a ésta. La respuesta a una incursión emplea técnicas similares que la detección, sin embargo su finalidad es la remoción de los individuos incursores antes de que se reproduzcan y dispersen, u ocasionen impactos negativos significativos a la flora y fauna nativa.
Actualmente, GECI implementa en estrecha coordinación con la CONABIO, CONANP y SEMAR el Programa Nacional de Bioseguridad Insular, cuyo objetivo es el involucramiento de la comunidad local y otros usuarios de las islas, para desarrollar de manera participativa los protocolos de bioseguridad, particulares para cada isla o grupo de islas. Al mismo tiempo busca capacitar a las autoridades locales y los usuarios en técnicas de bioseguridad. Además, por medio de Comités de Bioseguridad, se verificará la correcta implementación, y se evaluarán y actualizarán los protocolos de bioseguridad.
De esta manera, aunado a la actual estrategia de restauración emprendida para la remoción de mamíferos exóticos de las islas, no sólo se estará protegiendo la biodiversidad insular, sino que además se estará asegurando que la inversión en esfuerzos de restauración, como la erradicación, tenga las tasas más altas de retorno de la inversión.